Pensar en España inevitablemente nos convoca a recordar la relación histórica que la une con México, evocamos toda la tradición mediterránea que las Américas recibieron a través de España, existen países en América con una fuerte presencia indígena, como México, Perú, Bolivia o Guatemala, también países con una fuerte presencia europea como Argentina o Chile, sin embargo, España nos abraza a todos, nos ha dejado herencias del mundo mediterráneo, la lengua española, la religión católica, la tradición política autoritaria, entre muchas otras. La España llegó al nuevo mundo en los barcos de los descubridores y conquistadores, nos otorgó por lo menos la mitad de nuestro ser.
Conocer España resulta un destino obligado para todos los latinoamericanos, apreciar un sinfín de atractivos turísticos, su grandeza patrimonial, gastronómica, mar, montaña y su tradición histórica. España es al mismo tiempo; judía, árabe, cristiana, musulmana, griega, cartaginesa, romana, gótica y gitana. Podemos apreciar el talento y creatividad de sus moradores en sus ciudades, construcciones, edificios y monumentos que existen por toda España.
Entre la cantidad de atractivos, sin dudarlo, una de las más importantes es la Alhambra de España joya de la arquitectura árabe, como su nombre lo recuerda, su origen significa castillo rojo, posiblemente debido al rojo de sus muros y torres, este castillo imponente se levanta entre montes con una belleza soberbia, sus cambios de tonalidades con la luz de la luna o del sol, le otorgan una arrogancia que muy pocos complejos arquitectónicos tienen. Recorrer este complejo arquitectónico es una de las experiencias más fascinantes que pueden existir, visitarlo, hurgarlo, es una tarea inevitable para aquel turista que desee adentrarse al universo de España.
En efecto España es un país universal, la España de los viajeros ingleses, la España de los románticos franceses, la España de los toros, la de Carmen y flamenco, esta es la España que maravilla al mundo desde hace muchos años y que seguramente seguirá sorprendiendo a los miles de visitantes que se atreven a conocer el nuevo mundo desde un vínculo que innegablemente permanecerá atado a México.
Enrique Velasco