Visitar Tierra Santa nos permite llenarnos de paz y tranquilidad; tan sólo se debe llegar al fresco Monte de las Beatitudes e imaginar aquel momento en que Jesús menciona las nueve bienaventuranzas entre las favoritas la siguiente: “Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos”; este Monte de las Bienaventuranzas tiene una impresionante vista hacia el Mar de Galilea con sus tonos turquesas, una sensación de armonía y relajación en donde se debe contemplar este hermoso paisaje.

En este maravilloso lugar se tuvo una misa con el Papa Juan Pablo II, su mensaje de amor, paz y tolerancia convoco a miles de peregrinos de todas las naciones.

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