Nara se encuentra a una hora y media de la ciudad de Tokio, en la antigüedad fue capital de Japón durante la corte Yamato, una ciudad llena de encanto y sobre todo la belleza y cultura tradicional de los japoneses, ya que muchas de sus calles y construcciones tienen aún esa esencia.
Esta ciudad esta llena de experiencias por vivir, dentro de las cuales se encuentran:
- Convivir y alimentar a los ciervos en el parque de Nara. En el parque podrás encontrar puestos donde comprar comida y así disfrutar de su compañía. Cabe mencionar que los ciervos sika son considerados mensajeros de los dioses según en sintoísmo.
- Dar un paseo por el parque Nara y descubrir los jardines Isui-en, el santuario Wakamiya, los torii ichi no torii y ni-no torii, etc.
- Visitar el templo Horyuji, el templo de madera más antiguo del mundo, famoso por su pagoda de cinco pisos (casi 33 metros de alto).
- Descubrir el museo de artesanía Nara Kogeikan.
- Disfrutar la residencia Imanishike Shoin. Para poder saborear un té verde y un delicioso dulce tradicional.
- Caminar el monte Yoshino en primavera donde podrás maravillarte con los cerezos.
- Recorrer los callejones antiguos, llenos de casas tradicionales, de Naramachi, te sentirás en una película de ninjas.
Nara una inolvidable experiencia que te hará conocer la verdadera esencia del país del sol naciente.