¿Sabías que el Vaticano es el país independiente más pequeño del mundo? ¡Tiene sólo 44 hectáreas de superficie, pero en este minúsculo estado se encuentra la mayor cantidad de tesoros artísticos del mundo cristiano! Claro que para entrar al Vaticano no necesitas pasaporte… pues está integrado a la ciudad de Roma y de hecho es el más grande atractivo artístico de esta cosmopolita urbe, también conocida como “La Ciudad Eterna”.
La Basílica de San Pedro es sin duda el principal motivo para visitar la Santa Sede. Fue construida en el siglo XV sobre la tumba del santo apóstol, lo cual se puede confirmar en su interior, alzando la vista hacia lo alto de la cúpula, donde se lee: ” Tu est Petrus, et super hanc petram aedificabo eclessia meam” o sea: Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi iglesia. Además de la tumba de San Pedro, entre los tesoros que guarda la basílica están la famosa Piedad de Miguel Ángel, el Baldaquino de Bernini, con sus cuatro columnas salomónicas -situado justo encima de la tumba de San Pedro- y la estatua del propio apóstol en su trono.
La extraordinaria cúpula de la Basílica, una de las más hermosas del mundo, fue diseñada por Miguel Ángel y sirvió de inspiración para la Catedral de Saint Paul en Londres y para la del Capitolio, en Washington, D.C. En tu visita a la basílica no puedes dejar de subir a esta cúpula, pues desde su balcón se tiene una vista panorámica del interior de la iglesia y desde su terraza exterior o Terrado de San Pedro, se aprecia la más espectacular vista de Roma con la Plaza de San Pedro en primer lugar. Observa la hermosa columnata de Bernini que rodea la plaza, y el obelisco de Heliópolis que decora su centro.
Caminando por la muralla exterior que rodea el Vaticano –aproximadamente 15 minutos-, se llega a la puerta de los Museos Vaticanos. Se le llama así, en plural, porque son una serie continua de 17 galerías interconectadas que finalizan con la Capilla Sixtina. A nuestro gusto, las principales galerías son: el Museo Gregoriano de Arte Egipcio y Etrusco, donde se pueden apreciar esculturas egipcias y sarcófagos del siglo III a. C.; el museo Pío Clementino, que contiene cientos de esculturas griegas y romanas en mármol; la Galería de los Mapas, una hermosa colección de mapas al fresco de Italia, sus regiones y las posesiones papales; la Pinacoteca Vaticana, conformada por 18 salas que conjuntan pinturas desde la Edad Media hasta el siglo XIX; y las Estancias de Rafael, que fueron los aposentos privados del Papa Julio II y están totalmente decoradas por este maestro de la pintura. ¡Trata de encontrar su autorretrato en uno de estas frescos!
Como colofón de los Museos Vaticanos, se llega a la espectacular Capilla Sixtina, lugar donde se realizan los cónclaves para elegir a los papas. Está totalmente decorada con frescos de Boticcelli, Perugino, Luca y Miguel Ángel, el más célebre de ellos, a quien le tomó cuatro años y medio pintar “El Juicio Final” del altar mayor y “El Génesis” de las cúpulas superiores. ¡1,114 metros cuadrados en total! El fragmento “Dios crea a Adán” es quizá la obra de arte más famosa del mundo… La vista de esta obra maestra del arte universal te dejará sin aliento… ¡será seguramente una de las experiencias más hermosas de tu vida!
Maurizio Cao