¿Has sentido alguna vez que el día pasa cada vez más rápido… que tu mente trabaja a un ritmo que tu cuerpo no es capaz de seguir y a pesar de eso, sigues exigiéndote cada vez más?… Cuando me sentí así, decidí que lo mejor era desconectarme de todo y visitar lugares capaces de hacer que el cuerpo y la mente se armonicen. Hoy te hablaré de tres destinos que me ayudaron a lograrlo:
Singapur, pequeño país-isla al sur de la península malaya, es un destino extraordinario donde se da una mezcla de diferentes estilos de vida y culturas. Ahí se encuentra el Kampong Glam, un hermoso barrio árabe en el que podrás visitar la mezquita y el Palacio del Sultán, así como comprar telas y perfumes en Arab Street. En Little India, barrio hindú de increíble belleza y con olor a incienso, podrás admirar el templo Sri Veeramakaliamman, el más importante de la comunidad. Finalmente, no te puedes perder los hermosos jardines de la bahía, que combinan la naturaleza con un toque futurista, o el Jardín Botánico -Patrimonio Cultural de la Humanidad- una experiencia que sin duda logrará desconectarte de la rutina y llenarte de energía.
Bangkok, capital del reino de Tailandia, es una ciudad llena de espiritualidad y de una armonía que permite que la mente se aleje de preocupaciones. Ahí se ubica el Templo del Buda de Oro con su estatua de 3 metros de altura y más de 5 toneladas de peso ¡Hecha en oro macizo! Así mismo está el Templo de What Pho, que alberga el Buda reclinado más grande de Tailandia ¡Mide 46 metros de largo y 15 de altura! El santuario Wat Phra Sri Rattana Satsadaram -sí, algo difícil de pronunciar- contiene un hermoso Buda de casi medio metro de altura, tallado en jade y cubierto de una vestimenta de oro.
Antes de entrar a cualquiera de los templos budistas debes quitarte los zapatos, así como evitar vestir pantalones cortos o playeras sin mangas. Pero no te preocupes… Si no llevas la ropa adecuada, en la entrada de los templos muy amablemente te prestaran lo que necesites para poder ingresar.
Otro destino interesante es Chiang Rai, en el famoso Triángulo de Oro, que abarca la frontera de Tailandia, Laos y Birmania, donde antiguamente se daba el tráfico de opio. Ahí se encuentra el Museo del Opio, que muestra la historia del cultivo de esta planta y de las mafias que se enriquecían con ese negocio. En la cercana Myanmar -antes Birmania-, se encuentra el poblado de las famosas mujeres jirafa, con quienes podrás convivir y conocer su cultura.
En mi último día en Tailandia tuve la oportunidad de visitar el Templo de Wat Rong Khun o Templo Blanco, color que representa la pureza de Buda. A pesar de que su construcción no está terminada, es un sitio que vale la pena visitar.
¡Sin duda son destinos que te quitarán el aliento y lograrán que tu mente y cuerpo se relajen y se llenen de energía!
Ariadna Santiago